Podemos entender que cualquier fenómeno que dificulte, obstaculice o impida la interacción entre el emisor y el receptor durante el proceso comunicativo es un problema para lograr una conducta comunicativa eficaz y satisfactoria.
Si analizamos el proceso de comunicación, podemos deducir que estos problemas pueden tener su origen básicamente en el emisor, en el canal, en el mensaje o en el receptor.
De forma artificial y sólo con el objetivo de lograr una mejor comprensión de los problemas que se presentan en la comunicación podemos clasificarlos en dos grandes apartados: errores y barreras.
Los errores son aquellos problemas que deforman el proceso comunicativo. Podemos encontrar tres grandes tipos de problemas que generan errores:
- Derivados del propio mensaje, su manejo y su proceso de transmisión (dobles sentidos, gazapos, juegos verbales, incorrecciones en la construcción, mensajes incompletos o distorsionados, etc.).
- Humanos, personales y relacionados con la interacción (incomunicación, autocensura, supersticiones, eufemismos, patologías, etc.). Dentro de éstos, representan un importante papel los llamados errores cognitivos, es decir, aquellos pensamientos automáticos -y por lo tanto difíciles de controlar si no sabemos que existen- que nos acuden cuando escuchamos y elaboramos el mensaje que nos intenta trasmitir el otro.
Las barreras de comunicación son aquellos problemas que no dificultan o hacen errónea la comunicación, sino que la impiden no dejando que el mensaje fluya. Se refiere a aquellas circunstancias que, más allá de las simples dificultades, pueden paralizar, detener o impedir el proceso comunicativo y la relación personal que se establece.
- El lugar o momento elegido: Debemos analizar el contexto en el que nos encontramos.
- Perturbaciones o interferencias: Ruidos y muletillas (las muletillas son esas frases que repetimos sin darnos cuenta, <<eh...>>, <<sabes...>>, <<me entiendes...>>.
- Falta de empatía: Falta de capacidad de ponerse en el lugar de otro con el objeto de comprender mejor sus reacciones y necesidades.
- Inexistencia del feed-back: Sin una información de vuelta no sabremos si cumplimos nuestro objetivo
- Estereotipos o prejuicios: Estos provocan una predisposición a interpretar el mensaje de una determinada forma.
- Efecto halo: juzgar a la otra persona en función de la primera impresión.
- No escuchar.
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